LA ALEMANIA DEL KAISER

 

La selección alemana es reconocida por su potencial, así como por sus títulos. A día de hoy, tiene en su palmarés 4 campeonatos mundiales y 3 eurocopas, unos números que muy pocos equipos nacionales pueden igualar. Pero si hay una época por la que se recuerda a Alemania es por su actuación durante la primera mitad de la década de los 70, cuyo principal protagonista se encuentra en la mejor alineación de la historia. Beckenbauer marcó una época, aunque sus compañeros tampoco se quedaron atrás, formando un equipo con el que el Kaiser se alzó con una Eurocopa y un Mundial.

LA EUROCOPA DEL 72

En la defensa de la Alemania del 72, a Frank Beckenbauer le concedieron libertad total, igual que a sus compañeros. No dejó pasar la oportunidad y retrasó un poco su posición, creando la figura del líbero, defensor y atacante a la vez. Junto a Gunter Netzer formaron un conjunto perfecto, que apoyó al resto del equipo y le valió el título de la Eurocopa.


La Alemania del Kaiser tenía todos los puestos ocupados por especialistas. Además, parecía que ni siquiera se tenían que mirar para saber lo que cada uno estaba esperando. Funcionaban prácticamente como no solo, llevando la calificación de equipo a un nivel que no e había visto hasta esos momentos.

EL MUNDIAL DEL 74

Dos años más tarde, el compañero de Beckenbauer en la defensa no fue el mismo que en el 72, aunque el equipo siguió funcionando exactamente igual de bien. Como anfitriones, los alemanes sabían que estaban obligados a ganar, más aún después de haberse hecho con la Eurocopa. La afición quería ver a su selección cogiendo la Copa del Mundo en casa. Y vaya si lo lograron.

Los partidos se fueron ganando hasta llegar a la final, donde esperaba uno de los mejores equipos de todos los tiempos. Un rival digno de llevarse el título igual que los del Kaiser. Se tuvieron que enfrentar nada más y nada menos que contra la Naranja Mecánica de Cruyff. El fútbol total maravillaba a todo el mundo, además de meter el miedo en el cuerpo a los aficionados adelantándose en el marcador con un gol de penalti.

Pero el Kaiser no se dio por vencido, y lideró a su equipo para llevarles a ganar por 1 a 2. El resultado le valió para alzar la Copa en su casa, aunque no para ser declarado el mejor jugador del torneo, que le fue concedido a Johan Cruyff. El mismo Beckenbauer reconoció en algunas ocasiones que su rival fue el más influyente de su época, “aunque yo soy campeón del mundo”, apuntillaba.

LA EUROCOPA DEL 76
Con la vitola de campeón, la Eurocopa del 76 tenia un claro rival a batir: Alemania. Y todo apuntaba a que se iba a repetir el resultado del 72 hasta que Panenka decantó la balanza en favor de Checoslovaquia son su famoso tiro de penalti, que recibe su nombre.

Aún así, esta selección es una de las más recordadas de la historia. ¡Cómo me habría gustado verlos jugando al fútbol moderno!





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